EDUCACIÓN A NIÑOS JORNALEROS MIGRANTES: URGE. (PRONIM)

Giovanna Hernández García

Jenny Del Águila  Pineda

Misael Chirino Durán

Cada año, aproximadamente 300 mil niñas y niños abandonan sus comunidades de origen para migrar con sus familias a otras entidades del país en busca de trabajo e ingresos. Muchos de ellos tienen que trabajar desde muy jóvenes en los campos con el objetivo de poder contribuir con el sostenimiento económico de sus familias. En esos casos la educación se vuelve un camino lleno de imposibilidades.

INTRODUCCIÓN

Hoy en día la población mexicana ante la falta de oportunidades, escasez de empleos, exclusión social y escolar, ha decidido buscar oportunidades laborales en un lugar diferente al de origen, con ello en los últimos años se ha dado paso a la inserción de nuevos actores sociales que no habían sido visibilizados ya sea porque su importancia era marginal en comparación con otros grupos o porque no habían sido tomados en cuenta en los estudios realizados, en dicho proceso migratorio los nuevos actores son los niños y jóvenes de entre 7 y 15 años de edad que se ven obligados a irse de su lugar de origen con sus familias en busca de trabajo para sobrevivir, con dicho proceso se detecta un grave problema entre los niños que se encuentran en edad de acudir a la Primaria y a la  Secundaria y es que la mayoría de ellos no asiste a la escuela pues tienen que acudir al campo a ayudar a sus padres, de esta manera la inestabilidad por los constantes cambios de residencia de estas familias supeditada a la disponibilidad del trabajo, la presión familiar para que contribuyan económicamente al gasto familiar, la deficiencia en el servicio educativo y el cansancio de los que trabajan, desalientan la incursión y/o permanencia de los niños migrantes en las aulas. Por dichos motivos programas tales como El Consejo Nacional para el Fomento Educativo (CONAFE), una de las instituciones presentes en los albergues de jornaleros migrantes que cuenta con una propuesta de educación intercultural para la población infantil migrante y el Programa de Educación Primaria para niños y niñas migrantes (PRONIM) de la SEP, se encargan de garantizar que los niños jornaleros migrantes ejerzan su derecho a la educación ya que los principales problemas que enfrentan niñas y niños jornaleros migrantes para acceder a una educación de calidad son: los desfases constantes entre los ciclos productivos y los ciclos del calendario escolar oficial; el desarrollo de propuestas educativas que no han respondido cabalmente a sus necesidades de aprendizaje y a sus condiciones de vida y trabajo, y la limitada disponibilidad de tiempo para dedicarlo al estudio.

Por esto distintos programas son diseñados para garantizar que los niños y las niñas migrantes asistan a la escuela, sin embargo  no es suficiente que asistan, también hay que garantizar que se imparta en buenas condiciones y que esta sea de calidad, así como la participación de docentes cada vez más capacitados que puedan generar dicha calidad en la educación.

Con la ayuda de estos programas se pretende alcanzar los objetivos antes mencionados y así brindarle a los menores el derecho a la educación que por ley les corresponde como lo dicta el artículo tercero constitucional.

PRONIM

La Secretaria de Educación Publica (SEP) estima que menos del 10% de estos niños y niñas asiste a la escuela. Muchos de ellos suspenden sus estudios debido a complicaciones administrativas, por ejemplo, al cambiar de lugar de residencia. Debemos tener en cuenta que la inasistencia escolar está directamente ligada con el inicio de las actividades laborales de estos niños y niñas. En este grupo se registra el más alto grado de rezago educativo del país. Según datos del Programa de Educación Primaria para Niños y Niñas Migrantes (PRONIM) de la SEP, el 50% de estos niños y niñas se encuentran en el primer o segundo grado de la educación básica.

La dinámica de vida que impone la migración a niños y niñas de familias jornaleras les aporta conocimientos al enfrentarlos de manera permanente a nuevos escenarios: las lenguas que se hablan, los paisajes, el clima y la forma de relacionarse con la tierra son distintos a aquellos de los pueblos en donde nacieron. Pero éstos conocimientos son solo culturales, ya que por la introducción de ellos al ámbito laboral, al mismo tiempo pierden horas clave en lo que es su formación básica escolar, y en muchos casos sin poderla concluir satisfactoriamente.

El Programa de Educación Preescolar y Primaria para Niñas y Niños de familias Jornaleras Migrantes (PRONIM) de la SEP, empezó a operar en 1997. Tiene como propósito garantizar una educación preescolar y primaria intercultural a las hijas e hijos de familias jornaleras agrícolas.

El programa cuenta con un modelo educativo para los tres niveles de educación básica, una propuesta de formación docente, y actividades de articulación de instancias públicas y privadas para la oferta de servicios complementarios. Se calcula que esta población comprende a 400 mil niñas y niños de 6 a 14 años de edad, que en un 40% tienen origen indígena.

En 2007 en PRONIM operó en 21 entidades federativas con el fin de contribuir a superar la marginación educativa de las niñas y niños de México, y su propósito es que estas niñas y niños de familias jornaleros agrícolas emigrantes reciban educación básica.

El programa cuenta con:

• Actividades de planeación a corto plazo que incluyen metas específicas.
• En las actividades de planeación se toman en consideración insumos provenientes tanto como de la planeación central como de las actividades de la planeación que se desarrollan en las 21 entidades federativas participantes en el programa.
• Cuenta con mecanismos que garantizan que sus actividades beneficien a las poblaciones objetivo tanto en sus localidades de origen como en los campos de trabajo agrícola.
• El programa cuenta con procedimientos claros para la selección de los beneficiarios.
• Cuenta con información sistematizada que permite reconocer la demanda total de apoyos y las características de los solicitantes.

En el año 2007 el PRONIM  se planteo cubrir 27 entidades federativas del país.

En Baja California Sur el programa se encuentra ubicado en 22 campamentos agrícolas con posible ampliación a otras zonas. Se cuenta con una plantilla de 52 elementos entre coordinadora, asesores técnicos pedagógicos y agentes educativos; una matricula aproximada de 1855 alumnos, de los cuales 646 son niñas y 635 niños hijos de jornaleros agrícolas emigrantes y asentados, matrícula que varía según los ciclos agrícolas; preparación y actualización permanente del personal docente para el desempeño de su labor educativa (estudiantes de la licenciatura en educación primaria Plan 94, UPN, para cumplir con el perfil pedagógico); desarrollo de estrategias para el desarrollo con la población jornalera agrícola emigrante en conjunto con otras instituciones (CONAFE, SEDESOL, PROAJA, IEEA) a través del proyecto FOMEIM.

VINCULOS INTRA E INTERINSTITUCIONALES

INSTITUCION	PROGRAMA	VINCULACION
CONAFE, PROAJA, SEDESOL, IEEA.	FOMENTAR Y MEJORAR LA EDUCACION INTERCULTURAL MIGRANTE (FOMEIM)	COORDINACION INTERINSTITUCIONAL  CON PROGRAMAS QUE ATIENDEN PJAM *
DIRECCION GENERAL DE MATERIALES EDUCATIVOS	PROGRAMA NACIONAL  DE LECTURA	DOTACION DE BIBLIOTECAS ESCOLARES A LOS CENTROS  EDUCATIVOS
INSTITUTO LATINOAMERICANO DE COMUNICACIÓN  EDUCATIVA ( ILCE)	PROGRAMA ENCICLOMEDIA	IMPLEMENTACION DE LA TECNOLOGIA DE ENCICLOMEDIA A LOS CENTROS  ESCOLARES
SECRETARIA DE DESARROLLO SOCIAL	PROGRAMA DE ATENCION  A JORNALEROS  AGRICOLAS	PROYECTO MONARCA

La población migrante jornalera se encuentra inmersa en un contexto social complejo, con problemáticas estructurales de origen económico y social, por lo que se requiere la concurrencia de las autoridades gubernamentales de todos los sectores, especialmente de las instancias de educación, salud, economía y seguridad social, además del sector empresarial y organizaciones de la sociedad civil.

La educación a migrantes en México presenta cuatro grandes dificultades: un problema de cobertura, puesto que la mayoría de los menores migrantes no tienen acceso a servicios educativos y, cuando los tienen, algunos no los utilizan; un problema de asistencia y asiduidad, porque los que logran inscribirse en las escuelas para migrantes no asisten de manera regular; un problema de eficiencia terminal, puesto que la deserción escolar impide que los menores concluyan su educación básica; y, por último, un problema de aprovechamiento.

Debido al patrón migratorio adoptado por estas familias, surge un nuevo tipo de estudiante, que por lo general no se contempla en los esquemas educativos tradicionales y no puede ser atendido por los programas regulares, este es el estudiante migratorio. Un estudiante migratorio es un niño cuyo padre o encargado es un trabajador agrícola migratorio que viaja de un distrito o un área administrativa escolar a otra durante el periodo lectivo regular. El niño puede haber interrumpido su educación como resultado de este traslado, el cual se hace para que el niño y su familia inmediata obtengan un empleo temporal o estacional en actividades agrícolas.

CONCLUSIONES

En el caso de estudio encontramos a menores que viajan con sus familias para trabajar como jornaleros agrícolas o para acompañar a sus padres y hermanos que laboran como tales, para ello se trasladan de un estado a otro e interrumpen la asistencia a la escuela o en ocasiones no entran a la educación básica.

Uno de los principales problemas que enfrentan las autoridades educativas es que, a pesar de que en algunos de los campamentos y albergues se cuenta con un aula equipada con materiales didácticos , en el que se contrata al personal necesario para atender a los menores, éstos por lo general no asisten a la escuela o lo hacen en forma muy irregular, lo que dificulta el aprovechamiento escolar y la permanencia de los estudiantes migratorios en el sistema de enseñanza, como lo muestran los pobres resultados en cuanto a eficiencia terminal y asiduidad que tienen los estudiantes migratorios, de acuerdo a las evaluaciones externas realizadas al programa.

Desde hace un cuarto de siglo, el Gobierno de México ha tomado medidas para mejorar la educación de los niños migrantes. No obstante, los resultados de tales esfuerzos están lejos de ser satisfactorios, como lo reconocen las mismas autoridades.

A veinte años de los primeros esfuerzos de las secretarías e institutos de educación estatales, por dar educación primaria a los hijos de los jornaleros migrantes, aún persisten los problemas relacionados con el acceso y permanencia en el servicio educativo. La reprobación y la deserción escolar son las manifestaciones más frecuentes a las que se enfrenta la población infantil migrante: uno de cada cuatro menores en el rango de edad 5-14 años, nunca ha asistido a la escuela, y uno de cada cuatro la abandona para incorporarse al mercado de trabajo.